martes, 25 de mayo de 2010

Capítulo Octavo.

No, no podía ser. ¿ Cómo iba a ser ? No, no podía. ¿ Eva ? Que bah, Eva no me podía hacer esto. Los hermanos de las amigas son sagrados. Quizá, lo que más me importa es que no me lo hubiera contado, si por lo menos, lo hubiera hecho, no me habría enfadado tanto como estaba ahora.

- ¿ Que te pasa ? - me preguntó Santi, preocupado -
- Tíiiiiio, que Daniel es mi hermano & Eva mi mejor amiga, no pueden estar juntos.
- Pero si se quieren...
- ¡ Ya ! Pero si se quieren , si se quieren de verdad, vale. & si me lo hubiera contado, mucho mejor. Es mi mejor amiga...o lo era.
- No, te puede cabrear muchísimo lo que te este pasando ahora, pero sigue siendo tu mejor amiga, no puedes cambiar así. Lo sigue siendo, y lo sé. Las mejores amigas, de verdad, son para siempre. Pase lo que pase...¿ Nunca digisteis ''Juntas para Siempre '' ?
- Desde pequeñas lo digimos y, aunque no lo repitamos mucho, lo seguimos diciendo.
- No ves, no lo vais a dejar pasar así. Habla con ella, te lo contará.
- Ahora a la derecha y luego a la izquiera. Es la primera, la blanca.

No volvimos hablar, bueno, faltaban 10 minutos y todo fue silencio. Un silencio reconfortable. Con Santi sólo había vivido momentos habladores & descubrí que los momentos de silencio a su lado, también eran perfectos.

- Bueno, gracias por traerme y por todo.
- Gracias a ti. Toma, una especie de regalo- me tendió un folio pequeñín, yo lo cogí mientras me ponía roja, o eso creía-
- Oh, ¿ y esto ? - Lo empecé a abrir, pero él me detuvo-
- Cuando estes en casa, porfavor.

Se fué, me dejó en la calle sola. No podía esperar más y entré rápido en casa, y me fui a mi habitación. Allí lo abrí, lo leí :

''Hoy escribo para ahuyentar mis clavos del dolor,
Doy más que recibo pero aun así no tengo amor,
Estoy convencido de si me hubiese conocido mejor,
Quizá podría amarme, quizá podría amar a este escritor,
Tú eres mi musa, Tú eres mi vida y Tú eres mi corazón,
Pongo en duda si tu vida quiere o no esta relación,
Perdón por estas palabras, perdón por mi obsesión!
Perdón por no cumplir promesas y perdón por mi perdón. ''

Sin pensar en nada más que en él, me puse a llorar. Era débil y lo sabía...

No hay comentarios:

Publicar un comentario